28 de diciembre de 2018
- ¿Sabes controlar tu glotonería?
- ¿Sabes controlarte en la comida?
«¡Buenos días, Señor, soy Narciso! No, no te preocupes. Hoy no vengo a pedirte nada, sino a contarte cosas. Ya te dije que en Navidad mi casa va a ser… pero hoy me preguntaba ¿por qué festejan la Navidad muchos que de ti y de tu Hijo pasan? Ayer leí unas líneas de un poeta indio que obtuvo el Nobel, Tagore se llama. Nos compara con las jirafas cuyo cuello crece muchísimo, hasta el punto que su cabeza llega a estas a gran distancia de su cuerpo. La jirafa va comiendo con glotonería famélica todo el follaje de los árboles, pero para bajar el manjar al cuerpo necesita tanto tiempo, que es fácil que su corazón quede anémico, a pesar de la abundancia alimenticia. ¿Tendremos nosotros la cabeza por las alturas de los sueños y nuestro corazón pidiendo comida de amor y compañía familia? Yo, le voy a pedir al Niño Jesús que nos ayude a ser personas, no personas-jirafas.»
- ¿Sabes controlarte en la comida?
«¡Buenos días, Señor, soy Narciso! No, no te preocupes. Hoy no vengo a pedirte nada, sino a contarte cosas. Ya te dije que en Navidad mi casa va a ser… pero hoy me preguntaba ¿por qué festejan la Navidad muchos que de ti y de tu Hijo pasan? Ayer leí unas líneas de un poeta indio que obtuvo el Nobel, Tagore se llama. Nos compara con las jirafas cuyo cuello crece muchísimo, hasta el punto que su cabeza llega a estas a gran distancia de su cuerpo. La jirafa va comiendo con glotonería famélica todo el follaje de los árboles, pero para bajar el manjar al cuerpo necesita tanto tiempo, que es fácil que su corazón quede anémico, a pesar de la abundancia alimenticia. ¿Tendremos nosotros la cabeza por las alturas de los sueños y nuestro corazón pidiendo comida de amor y compañía familia? Yo, le voy a pedir al Niño Jesús que nos ayude a ser personas, no personas-jirafas.»
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