30 de diciembre de 2018 - Domingo. Sagrada Familia.
¡Un nuevo año, 365 días para que usted pueda crecer en amor, bondad, alegría y cercanía a Dios! Recuerde que sólo el amor es creador, manantial de vida y felicidad. ¿Ha contemplado alguna vez el nacimiento de un río? El agua brota limpia, fresca y con deseos de servicios: calmar la sed de personas y animales, limpiar cuerpos sucios, regar campos… ¿Se propone usted en este año que comienza ser manantial de agua limpia y servicial o se ha acomodado a ser pozo de agua salada, si no fétidas?
El Niño, María y san José no son personajes míticos, ni figuritas de escayola. Son reales en los corazones de todas las familias, de toda persona que pone el amor por encima del placer, el servicio por delante del egoísmo, la esperanza por encima del pesimismo, a Dios por delante de cualquier “chanchullo” humano, a la Iglesia antes que las opiniones de TV, Internet, Whatsapp…
El Niño, María y san José te piden que recuerdes cuál fue tu primer amor, tu primer beso, tu primera amistad y el por qué luego se empezaron a enturbiar. Ellos te dicen: “Pon amor donde no hay amor y recogerás amor” (S. Agustín). Ellos te dicen: Alimenta el amor de tu familia con pequeños detalles que despierten en sus corazones admiración y amor a Dios y a ti mismo.
¡No está de moda la familia, pero tú la puedes poner si la vives a ejemplo de san José, María y el Niño! La Iglesia te dice: ¡Ánimo, yo estoy contigo, yo cuento con vosotros!
Feliz año nuevo.
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