8 de diciembre. Inmaculada Concepción
“No temas, María, pues Dios te ha concedido su gracia”… “que Dios haga en mí su voluntad”… Lc 1, 26-38
¿Qué otorga la fe? Convicción y fidelidad a los principios, entre otras muchas cosas más. La Virgen María era fuerte en sus convicciones y fiel a los principios de las Sagradas Escrituras.
Pirro (rey de Epiro, gran gobernante 318-272 A.C.) encargó a Cineas, hombre de su confianza, que sobornara al Senador Fabricio. Cineas volvió diciendo: “Majestad, más fácil sería desviar de su órbita al Sol que hacer dar a Fabricio un paso fuera del camino del honor”.
La Virgen María puso en su corazón honor y convicciones, y cuando dijo: “hágase en mí la voluntad de Dios”, se expropiaba de sí misma para ser propiedad exclusiva de Dios, por eso jamás se queja de las adversidades que tiene que afrontar.
¿Qué otorga la fe? Convicción y fidelidad a los principios, entre otras muchas cosas más. La Virgen María era fuerte en sus convicciones y fiel a los principios de las Sagradas Escrituras.
Pirro (rey de Epiro, gran gobernante 318-272 A.C.) encargó a Cineas, hombre de su confianza, que sobornara al Senador Fabricio. Cineas volvió diciendo: “Majestad, más fácil sería desviar de su órbita al Sol que hacer dar a Fabricio un paso fuera del camino del honor”.
La Virgen María puso en su corazón honor y convicciones, y cuando dijo: “hágase en mí la voluntad de Dios”, se expropiaba de sí misma para ser propiedad exclusiva de Dios, por eso jamás se queja de las adversidades que tiene que afrontar.
- ¿Es usted una persona de convicciones y de honor?
- ¿Para usted lo primero siempre es la voluntad de Dios?
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