21 de enero de 2019 Lunes 2ª sem T.O. Mc 2, 18-22.
¡Vino nuevo con sabor a añejo! La gracia que nos ofrece Dios hay que probarla para conocer su sabor. Un ateo impartió una conferencia contra todo lo religioso, cuando finalizó, invitó a que le hicieran preguntas. Un oyente salió al estrado, sacó una naranja de su bolsillo, la peló y lentamente se la comió. Nadie entendía nada. Entonces este hombre le preguntó al ateo conferenciante:
- ¿Estaba dulce o agria la naranja que me he comido?
El conferenciante, muy molesto, respondió:
- No me pregunte tonterías, ¿cómo voy a saberlo si no la he probado?
El hombre dijo:
- ¿Cómo puede usted saber algo de Cristo y su Iglesia si nunca lo ha probado?
- ¿Estaba dulce o agria la naranja que me he comido?
El conferenciante, muy molesto, respondió:
- No me pregunte tonterías, ¿cómo voy a saberlo si no la he probado?
El hombre dijo:
- ¿Cómo puede usted saber algo de Cristo y su Iglesia si nunca lo ha probado?
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