2 de junio de 2019 Valores y prioridades.
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, que a mi puerta, cubierto de rocío, pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío, si de mi ingratitud el hielo frío secó las llagas de tus plantas puras!
Cuántas veces el ángel me decía: «¡Alma, asómate ahora a la ventana, verás con cuánto amor llamar porfía!
¡Y cuántas, hermosura soberana: «Mañana le abriremos», respondía, para lo mismo para responder mañana! Lope de Vega
«Señor Jesucristo. Las cosas que nos apartan de ti son muy variadas: todas esas preocupaciones estériles, esos frívolos placeres, esos inútiles cuidados. Tantas cosas que tratan de distraernos, de atemorizarnos y de paralizarnos: el orgullo, que nos impide aceptar la ayuda de los demás; la timidez, que nos mantiene paralizados hasta la auto-destrucción; el remordimiento de nuestros antiguos pecados, que huye de la pureza y de la santidad, como huye la enfermedad de los remedios del médico. Pero, a pesar de todo, Tú eres más fuerte que todas esas cosas. Atráenos, cada vez más fuertemente, hacia Ti. Amén» (Soren Kierkegaard).
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío, si de mi ingratitud el hielo frío secó las llagas de tus plantas puras!
Cuántas veces el ángel me decía: «¡Alma, asómate ahora a la ventana, verás con cuánto amor llamar porfía!
¡Y cuántas, hermosura soberana: «Mañana le abriremos», respondía, para lo mismo para responder mañana! Lope de Vega
«Señor Jesucristo. Las cosas que nos apartan de ti son muy variadas: todas esas preocupaciones estériles, esos frívolos placeres, esos inútiles cuidados. Tantas cosas que tratan de distraernos, de atemorizarnos y de paralizarnos: el orgullo, que nos impide aceptar la ayuda de los demás; la timidez, que nos mantiene paralizados hasta la auto-destrucción; el remordimiento de nuestros antiguos pecados, que huye de la pureza y de la santidad, como huye la enfermedad de los remedios del médico. Pero, a pesar de todo, Tú eres más fuerte que todas esas cosas. Atráenos, cada vez más fuertemente, hacia Ti. Amén» (Soren Kierkegaard).
Julián Escobar.
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