4 de octubre de 2019

Quien a vosotros oye, a mí me oye; quien a vosotros desprecia, a mí me desprecia». (Lucas 10, 13-16)
En plena guerra, un soldado pide permiso para ir en busca de su amigo que no ha regresado de la batalla. Le deniega el permiso: "Su amigo probablemente ha muerto". Pero él sale a buscarlo y regresa con el cadáver de su amigo. El oficial furioso: "¡Ya le dije que había muerto!". "¿Merecía la pena su esfuerzo y peligro?". El soldado, con lágrimas en sus ojos responde: "¡Claro que sí, Señor! Cuando lo encontré todavía estaba vivo y pudo decirme: Jack... estaba seguro que vendrías".
Esta historia debe servir para interrogarnos sobre nuestra fidelidad en relación a nuestra condición de cristianos, en relación a la amistad y a todo lo que decimos o amamos.
¿Con qué valores vivimos?
¿Qué es valioso para nosotros?
Julián Escobar.


| Lecturas del Día (+Leer). | Evangelio y Meditación (+Leer) |
| Santo del día (+Leer) | Laudes (+Leer) | Vísperas (+Leer) |

Comentarios

Entradas populares de este blog

21 de septiembre de 2023

2 de diciembre de 2022

29 de noviembre de 2022