25 de noviembre de 2019
- Bienaventurados los afligidos. ¿Qué les dará Dios a los afligidos? El consuelo. Jesús es el consuelo de Dios para los afligidos. Ya lo decía Isaías (Is 40) que Dios es el Dios del consuelo. ¡Qué difícil es ver a Dios como Padre de Consuelo cuando vemos a tantos inocentes llorar desconsoladamente!
- ¡Dios tendría que hacerse más visible!
- ¡No diga disparates! SI se hiciese más visible creeríamos en Él no por la fe, sino por imposición de su presencia. Entonces le temeríamos más que amarlo. Y para consolar a los afligidos, Dios quiere y lo hace a través de usted y de mí, ¿qué hace usted por los afligidos? Vamos a las máximas.
1. Señor, enséñame a querer a la gente como a mí mismo.
2. Señor, ayúdame a no llenar mi corazón de orgullo.
3. Señor, dame fuerzas para no caer en la desesperación en mis fracasos.
¿Se ha dado cuenta de que si todo va bien lo achacamos a que somos extraordinarios, pero amando tropezamos en una adversidad, culpamos a Dios de que no nos protege? ¡Es que somos unos caraduras!
- ¡Dios tendría que hacerse más visible!
- ¡No diga disparates! SI se hiciese más visible creeríamos en Él no por la fe, sino por imposición de su presencia. Entonces le temeríamos más que amarlo. Y para consolar a los afligidos, Dios quiere y lo hace a través de usted y de mí, ¿qué hace usted por los afligidos? Vamos a las máximas.
1. Señor, enséñame a querer a la gente como a mí mismo.
2. Señor, ayúdame a no llenar mi corazón de orgullo.
3. Señor, dame fuerzas para no caer en la desesperación en mis fracasos.
¿Se ha dado cuenta de que si todo va bien lo achacamos a que somos extraordinarios, pero amando tropezamos en una adversidad, culpamos a Dios de que no nos protege? ¡Es que somos unos caraduras!
Julián Escobar.
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