II Semana de Adviento Miércoles (Mateo 11,28-30).
Jesús: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera»”
"Porque Dios, aun ofendido, sigue siendo Padre nuestro; aun irritado, nos sigue amando como a hijos. Sólo una cosa busca: no tener que castigarnos por nuestras ofensas, ver que nos convertimos y le pedimos perdón" (San Juan Crisóstomo). Hoy entendemos que el pecado no es el castigo divino, sino la falta de acogida al amor de Dios, y por tanto la soledad por rechazo de esa mano amorosa que Él siempre nos tiende: "La omnipotencia de Dios -dice Santo Tomás- se manifiesta, sobre todo, en el hecho de perdonar y usar de misericordia, porque la manera de demostrar que Dios tiene el poder supremo es perdonar libremente".
Una antigua tradición Húgara.Cuando el Príncipe Primado corona al rey, en la antiquísima iglesia de Matías, y coloca en sus sienes la diadema de San Esteban, roza un momento con la santa corona también el hombro de la reina. Y nadie se sorprende por ello, a nadie le parece que con ello se mengüe la autoridad del rey, sino al contrario. ¡Cuán grande ha de ser —pensamos— la autoridad real, que puede iluminar a quienes, sin serlo, están solamente cerca del rey! ¿No es natural que María tenga su puesto junto a Jesús? María no es Dios, no es Cristo, pero está cerca de Él, puesto que es su Madre, y esta cercanía presentandole nuestras peticiones.
El devoto de la Virgen María es aquel que se esfuerzo por ser “puro” en palabras y obras.
"Porque Dios, aun ofendido, sigue siendo Padre nuestro; aun irritado, nos sigue amando como a hijos. Sólo una cosa busca: no tener que castigarnos por nuestras ofensas, ver que nos convertimos y le pedimos perdón" (San Juan Crisóstomo). Hoy entendemos que el pecado no es el castigo divino, sino la falta de acogida al amor de Dios, y por tanto la soledad por rechazo de esa mano amorosa que Él siempre nos tiende: "La omnipotencia de Dios -dice Santo Tomás- se manifiesta, sobre todo, en el hecho de perdonar y usar de misericordia, porque la manera de demostrar que Dios tiene el poder supremo es perdonar libremente".
Una antigua tradición Húgara.Cuando el Príncipe Primado corona al rey, en la antiquísima iglesia de Matías, y coloca en sus sienes la diadema de San Esteban, roza un momento con la santa corona también el hombro de la reina. Y nadie se sorprende por ello, a nadie le parece que con ello se mengüe la autoridad del rey, sino al contrario. ¡Cuán grande ha de ser —pensamos— la autoridad real, que puede iluminar a quienes, sin serlo, están solamente cerca del rey! ¿No es natural que María tenga su puesto junto a Jesús? María no es Dios, no es Cristo, pero está cerca de Él, puesto que es su Madre, y esta cercanía presentandole nuestras peticiones.
El devoto de la Virgen María es aquel que se esfuerzo por ser “puro” en palabras y obras.
Julián Escobar.
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