16 de agosto de 2020
En sus palabras hay una ternura que toca el corazón, como si él caminara a nuestro lado con su brazo sobre nuestros hombros.
No quería ir contra nadie, pero estaba a favor de los pobres y despreciados. ¡Los que más necesitan al médico! ¡Los sanos no lo necesitan! Si dan pan a los que banquetean continuamente, lo despreciarán. Si lo dan a los hambrientos, además que se lo agradecerán, les estarán haciendo justicia.
¿Quién está dispuesto a dar la vida por el Evangelio? Pero el Evangelio concertado en tal o cual persona marginada. Sólo quien muestre su Fe, su vida, en parecerse lo más posible a Jesús, tierra fértil de vida, lucha por la verdad sin miedo o cobardía a perder dignidad o la vida: “Quien pierda la vida por Mí, por el Evangelio, la encontrará”.
No quería ir contra nadie, pero estaba a favor de los pobres y despreciados. ¡Los que más necesitan al médico! ¡Los sanos no lo necesitan! Si dan pan a los que banquetean continuamente, lo despreciarán. Si lo dan a los hambrientos, además que se lo agradecerán, les estarán haciendo justicia.
¿Quién está dispuesto a dar la vida por el Evangelio? Pero el Evangelio concertado en tal o cual persona marginada. Sólo quien muestre su Fe, su vida, en parecerse lo más posible a Jesús, tierra fértil de vida, lucha por la verdad sin miedo o cobardía a perder dignidad o la vida: “Quien pierda la vida por Mí, por el Evangelio, la encontrará”.
Julián Escobar.
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