20 de agosto de 2020
Abnegación, el ejercicio de la voluntad, la ascética.
¿Ascética? ¡Huh!, piensas, porque te han llenado la cabeza con que la ascética significa mortificación de las alegrías de la vida.
Pues, mira. El significado originario de esta palabra, ascesis, es “elaboración fina”; los griegos entendían por tal aquella vida de preparación, de entrenamiento y de abnegación con que los atletas se disponían al certamen para poder aprovechar en el grado más elevado las fuerzas latentes de su cuerpo.
También el carácter es el resultado de una lucha, de un combate, de un certamen. La fina elaboración de nuestro propio ser no nos brindará sin ejercicio buenos resultados, y nuestra religión sacrosanta prescribe precisamente el ejercicio de la abnegación para ayudarnos en la educación de nuestra alma.
¿Ascética? ¡Huh!, piensas, porque te han llenado la cabeza con que la ascética significa mortificación de las alegrías de la vida.
Pues, mira. El significado originario de esta palabra, ascesis, es “elaboración fina”; los griegos entendían por tal aquella vida de preparación, de entrenamiento y de abnegación con que los atletas se disponían al certamen para poder aprovechar en el grado más elevado las fuerzas latentes de su cuerpo.
También el carácter es el resultado de una lucha, de un combate, de un certamen. La fina elaboración de nuestro propio ser no nos brindará sin ejercicio buenos resultados, y nuestra religión sacrosanta prescribe precisamente el ejercicio de la abnegación para ayudarnos en la educación de nuestra alma.
Julián Escobar.
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