Muchos dicen que les gustaría tener fe, pero no hacen nada por obtenerla. ¡Dios lo puede todo! ¿Lo crees? ¿Entonces por qué dudas de Él? Jesús está ahí, a tu lado, pero si tu corazón es duro como el granito y frío como el hielo jamás lo descubrirás. Desde niños nos dicen que hay que querer, a la familia, a los amigos… pero no nos enseñan a dejarnos querer y esto es muy importante. Podemos querer a Cristo, pero ¿nos dejamos querer por Él? Si eres creyente, deja que Cristo hable en tu corazón, en tu vida. ¡Es más difícil dejarse querer, que querer! “Al verdadero amor no se le conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece” (Jacinto Benavente). Yo digo: por cómo se deja querer.
- ¿Cómo quieres a los que quieres?
- ¿Te dejas querer como te quieren?
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