¡No soy un fantasma!
No hay que creer en los fantasmas ni ser tan pedante o fantasioso que uno vaya por la vida como un fantasma que molesta e incordia. “¡Eres un fantasma!”. Se le suele decir al que va por la vida en plan de chulo, presumido y auto-suficiente. Jesús se hace presente a sus discípulos, se deja tocar, come con ellos… ¡Jesús ofrece vida no sólo optimismo. Alguien dijo: “El optimista tiene siempre un proyecto; el pesimista, una excusa”. Jesús nos invita a ofrecer optimismo a una sociedad algo pesimista, porque “más vale reír en una choza que llorar en un palacio”.
- ¿Eres un fantoche en palabras y obras?
- ¿Eres alegre y optimista?
Julián Escobar.
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