30 de mayo de 2021
Los simples observadores o críticos de la vida, de lo que ocurre a su alrededor, son tábanos que hieren, pero no aportan nada. Vivir con valor y con fe es como la lluvia en los meses de calor: refresca y da vida. Los cristianos que miran a Cristo y le sonríen se convierten en ejemplos de la mejor estima. Si usted es observador o crítico de la vida sin importarle que lo que usted dice y hace ayuda o perjudica a los demás, debería tenerse lástima de sí mismo. Siempre habrá hambrientos, abandonados, oprimidos, pero usted nunca debe ser observador o crítico, sino esforzarse por mejorar, mejorando la vida de los demás.
- ¿Es usted sembrador de esperanza?
- ¿Vive con fe y valor su condición de cristiano?
Julián Escobar.
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