9 de julio de 2021
¡Se habla mucho con palabras y poco con el corazón!
Jesucristo quiere que nos comuniquemos. Él mismo cura la sordez y mudez, pero también prefiere que guardemos silencio si vamos a decir idioteces u ofender, o aburrir con lo que vamos a decir. La caridad comienza por no mortificar a los demás con palabrería. ¿Has caído en la cuenta que Dios te ha concedido dos orejas para oír y sólo una boca para hablar? Pues tú no seas de esas personas que tienen los oídos cerrados y siempre abierta la boca. ¡Quien habla mucho se traga muchas moscas y sus palabras son avispas para los demás!
- ¿Sabes guardar silencio?
- ¿Hablas más que escuchas?
Julián Escobar.
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