6 de julio de 2022
¡Si quieres… puedes!
Un anciano a punto de morir, repasó sus escritos de cuando era joven. Se quedó asombrado de los buenos propósitos que se había hecho y cumplido.
Ahora se sintió triste y se decía casi avergonzado:
- Si en mi juventud, cuando las tentaciones son fuertes, fui capaz de vivir como cristiano. ¿Por qué de adulto no lo conseguí?
No hay mayor derrota que no intentar ser bueno.
Así que cada día que intentamos ser mejores, hacer el bien, es una victoria. El no intentar, es ya una derrota.
- ¿Te levantas cada día con el ánimo de esforzarte por ser mejor?
- ¿Vives con alegría y confianza en que, si te ayudas, Dios te ayudará?
Julián Escobar.
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