17 de enero de 2023
Una vez un niño se fue delante del sagrario con toda su inocencia y le ofreció a Jesús una flor, que acababa de recoger de su jardín. Y Jesús se sintió emocionado por ese gesto de cariño. Y le dijo:
- Déjame todo.
El niño se extrañó de escuchar la voz de Jesús, pero Jesús le volvió a insistir:
- Déjame todo.
El niño no sabía qué dejar, porque no tenía más que la ropa puesta. Entonces el niño preguntó:
- Señor, ¿qué quieres que te deje?
- Quiero que me des todo tu corazón.
El niño se emocionó y le dijo que se lo daba, porque quería hacerlo siempre feliz. Y ese niño llegó a ser sacerdote para darle de verdad todo su corazón, pues Jesús no quiere sólo flores y besos o cosas materiales, quiere sobre todo nuestro corazón, es decir, todo nuestro amor.
Julián Escobar.
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