3 de marzo de 2023
Comentaba San José María: «Los cristianos llevamos los grandes tesoros de la gracia en vasos de barro (cfr. 2 Cor IV, 7); Dios ha confiado sus dones a la frágil y débil libertad humana y, aunque la fuerza del Señor ciertamente nos asiste, nuestra concupiscencia, nuestra comodidad y nuestro orgullo la rechazan a veces y nos llevan a caer en pecado. En muchas ocasiones, desde hace más de un cuarto de siglo, al recitar el Credo y afirmar mi fe en la divinidad de la Iglesia una, santa, católica y apostólica, añado a pesar de los pesares. Cuando he comentado esa costumbre mía y alguno me pregunta a qué quiero referirme, respondo: a tus pecados y a los míos. Todo eso es cierto, pero no autoriza en modo alguno a juzgar a la Iglesia de manera humana, sin fe teologal, fijándose únicamente en la mayor o menor cualidad de determinados eclesiásticos o de ciertos cristianos. Proceder así es quedarse en la superficie. Lo más importante en la Iglesia no es ver cómo respondemos los hombres. Sino ver lo que hace Dios» (Es Cristo que pasa, n. 131).
«¿Qué remedio tomasteis, Señor, para remediarme? Infinitos medios había, con que pudierais darme cumplida salud sin trabajo y sin costa vuestra; pero fue tan grande y tan espantosa vuestra largueza, que, por mostrarse más claro la grandeza de vuestra bondad y amor, quisisteis remediarme con tan grandes dolores, que sólo pensarlos bastó para haceros sudar sangre y el padecerlos para hacer despedazar a las piedras de dolor». (FRAY Luis DE GRANADA)
¿Qué es ser buena persona? Bendecir siempre a Dios y ayudar siempre a los que nos rodean o necesitan.
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