2 de abril de 2023 Domingo de Ramos ¡El orgullo de seguir a Jesús!
Hoy inician los días del amor. El amor que no se queda en las palabras, en los sentimientos y emociones. Es el amor más concreto, más sincero, más real. Es el amor de las obras. Cristo, con este pasaje de tu Pasión me enseñas a amar sin medidas y con obras. En efecto, se podría aplicar hoy el refrán: "obras son amores y no buenas razones".
Las obras de amor se miran, se reciben, se hacen, no se analizan ni se estudian. Como es un amor de obras lo más justo en este rato de oración es contemplar, mirar, escuchar, acompañar. No quieres en este momento que razone, que estudie, que discurra con la inteligencia. Quieres que me deje amar. Quieres que contemple los actos que sufres por amor a mí… porque me amas. Concédeme, en estos días, el don de la contemplación que me permita profundizar en los misterios de mi salvación.
Este Evangelio, Señor, me presenta el fin para el que habías venido a este mundo: salvarme y demostrarme tu amor. Es lo que vas a realizar esta Semana Santa: Salvarme de los lazos del enemigo, de la muerte, del sinsentido, del pecado; y demostrarme que eres Amor y, por lo mismo, que me amas con pasión, con locura, que me amas hasta el extremo de dar la vida por mí.
Domingo de Ramos, Semana Santa… es la historia de Cristo encarnada en la humanidad, con la posibilidad de que nosotros cambiemos las situaciones y nos unamos al Jesús, Hijo de David, en su misión de paz y de amor. Necesitamos cambiar las actitudes y asumir los de Jesús que se entrega, mientras los demás huyen; que da la vida, mientras los otros toman las armas; que perdona, mientras los demás se llenan de odio. No podemos vivir una Semana Santa sin compromisos, sin atención al hermano. Que cada una de las palabras de Jesús encuentre eco en nuestro corazón. Este día y esta Semana Santa llenémonos del amor de Jesús, guardemos sus palabras, sus actitudes y sus enseñanzas en nuestro corazón. ¿Habrá tiempo para escuchar a Jesús? ¿Habrá tiempo para aceptar la manifestación de su amor hacia nosotros? ¿Estaremos demasiado ocupados? ¿Lo dejaremos muriendo en soledad, en la cárcel, por el hambre y el abandono? Semana santa: tiempo de Jesús y tiempo del hombre verdadero.
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