22 agosto 2023

En la ciudad de Nápoles hubo un matrimonio con una sola hija y aunque fueron ricos, el padre perdió su hacienda en el juego. Cuando la hija estaba ya en edad de contraer matrimonio, murió el padre, dejándoles en gran pobreza. Muchos entonces solicitaron licenciosamente a la joven, aprovechándose de su triste  situación, pero ella determinó firmemente morir antes que pecar. La misma madre, ¡mala madre!; la incitaba al pecado, pero ella siempre firme respondía: “Espeemos en Dios, que más seguras que el cielo son sus palabras, y si merecemos esto por nuestros pecados, ¡bendito sea Él!, yo prefiero morir antes que pecar.» Vendieron todo lo que tenían y la necesidad iba siempre en aumento. Entonces ella corta su hermosa y larga cabellera y se la entrega a su madre diciendo: “Toma y véndela, que con ella primero entregaré la cabeza que la honra»  Sale la madre a vender la cabellera y se la ofrece a unos  señores, que, extrañados, preguntaron, si por ventura era de un difunto. “Venid conmigo, señores, respondió madre y veréis la hermosura dueña, que por no desnudarse de su honestidad, hasta de ese adorno, que le dió la naturaleza, está desnuda” Fueron y hallaron a la joven de rodillas delante de un crucifijo. La llevaron a su palacio y casaron después con un hombre principal”.

Julián Escobar.


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