11 de diciembre de 2023
Hay personas que encuentran una disculpa para todas tus debilidades o vacilaciones. Pero la razón y el remedio de sus “males” están dentro de él. El yo hay que “podarlo” con frecuencia pues en él está la raíz de sus conflictos.
Un joven futbolista escribió a su padre después de perder un partido. “Nuestros contrincantes descubrieron una brecha enorme en nuestra línea de defensa: esa brecha fui yo”.
- ¿Somos nosotros así de sinceros cuando fallamos?
El párroco fue felicitado por el obispo por el buen funcionamiento de la parroquia. “Señor obispo, no quisiera parecerle pedante, pero trabajo mucho”. Tres años después, tuvo otro encuentro con el obispo. Éste le dijo: “Creo que no va muy bien la parroquia”. El párroco le respondió: “Señor Obispo, mis vicarios no valen nada”.
- ¿Somos nosotros así de falaces, de auto-exculparnos?
¡Si todo va bien, se debe a mí; si va mal, la culpa es de los otros!
La tercera semana se vive en un clima de alegría, pues ya está cada vez más cerca el día de la venida del Señor. ¿Te tienen por alegre o por persona avinagrada?
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