19 de marzo de 2024
No hay excusas. No hay excusas para no agradar a Dios. ¿Por qué? Porque Él no pide cosas imposibles, no nos exige nada que nosotros no podamos hacer. Dios no es un sádico o tirano que exige a sus hijos imposibles para verlos sufrir y fracasados.
Séneca decía que el hombre desea la virtud y hacer las cosas bien hechas, debe imaginarse que tiene delante a la persona que venera, y decir y hacer todas las cosas, como las diría y haría si realmente estuviese en su presencia.
Dios nos pide que seamos felices. ¿Cómo conseguir ser felices? Muy sencillo, haciendo las cosas que debemos hacer, y hacerlas bien, con amor y agrado. “¡Ora el que siempre obra bien!”, dice san Agustín. Un cristiano, menos que nadie, debe de ser y actuar como un chapucero.
No hay excusas para no hacer el bien. Dios no nos pide escalar una cima, ni bajar a las profundidades del Mar. Nos pide que hagas las cosas como si Él estuviese físicamente junto a nosotros.
¿Te buscas excusas para rehuir de tus obligaciones?
Dios y el sufrimiento
El cristianismo no es un masoquismo. Esa filosofía de sufrir por sufrir. Ese estoicismo de los griegos de sufrir por sufrir.
¡No! Dios no nos ha hecho para el sufrimiento. Dios ha querido hacernos para la felicidad.
- ¿Siente a Dios como Padre Bueno?
- ¿Le sienten a usted como persona buena?
No culpes.
Evita echar la culpa a los demás, es mejor perdonarte y perdonar.
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