2 de diciembre de 2024 I Semana de Adviento Lunes
Jesús, has venido a colmar y purificar la espera de tantas personas deseosas de la salvación, de la felicidad. Hoy vemos al Señor en Cafarnaúm, cuando un centurión del ejército romano salió y ruega por su siervo enfermo. Cuando en cada Misa recordemos esas palabras antes de comulgar, podemos renovar nuestra fe, y pedir al Señor la curación de nuestra alma, que venga y nos transforme.
«¿Hemos encontrado la alegría? La alegría de Jesús sana nuestras almas heridas por tantos egoísmos.
En la oración colecta pedimos: “Concédenos, Señor, Dios nuestro, anhelar de tal manera la llegada de tu Hijo Jesucristo, que cuando llame a nuestras puertas, nos encuentre velando en oración y cantando sus alabanzas” Todos los hombres, de todas partes, están invitados y están en marcha. ¿Tengo un corazón "universal" como Jesús? ¿Un corazón "misionero"?
Hoy vemos a Jesús admirado. Quiero aprender de ti, Señor, a admirarme por las virtudes de los que me rodean, admirar las cosas buenas de los demás, disfrutar con ellas. Me admira como gente sencilla sufre en silencio dolores que no sé cómo se pueden soportar sin lamentarse. Admiro un niño que con fe rezaba a su padre que había muerto, alabando a Dios a pesar de que él no entendía por qué se había ido su padre cuando más lo necesitaba. Jesús: ¡cura el corazón de tantas personas, tantas heridas!
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