8 de diciembre de 2024 La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
Podemos rezar o recitar a María:
“¿Quién es esta, que es hermosa como la luna, y resplandece como el sol?”
Podemos cantarte la canción: “Eres más pura que el sol, / más hermosa que las perlas / que ocultan los mares, / Ella sola entre tantos mortales / del pecado de Adán se libró. / Salve, salve, cantaban, María, / que más pura que Tú sólo Dios. / Y en el Cielo una voz repetía: / más que Tú sólo Dios, sólo Dios.
Tú eres toda hermosa, / ¡Oh Madre del Señor!; / tú eres de Dios gloria, / la obra de su amor. ¡Oh rosa sin espinas / oh vaso de elección!, / de ti nació la vida, / por ti nos vino Dios. Sellada fuente pura / de gracia y de piedad, / bendita cual ninguna, / sin culpa original. Infunde en nuestro pecho / la fuerza de tu amor, / feliz Madre del Verbo, / custodia del Señor. Amén”.
Si una joven va a caer en un charco de barro y su padre la detiene y la libra de caer, ¿no es mejor esto que haberla dejado caer y sacarla después del charco? Así hizo Dios con la Virgen María. No la dejó caer en el pozo de la mancha del pecado original".
¿No es un médico mejor / el que puede preservar / antes que uno se enferme, / que ya después de enfermar?
Pongamos que una paloma / iba a dar en una red. / Y que alguien muy piadoso / la libró de no caer. /
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