30 de noviembre de 2025
Dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga el hijo del hombre, ¿pasará como en tiempos de Noé? La gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos…”.
“… cuando uno mete la mano en un cubo de agua con sal, si la mano está sana no le sucede nada; pe-ro, si la mano tiene una herida, ¡ay!, le escocerá”.
Así la Iglesia es la sal del mundo, y naturalmente, donde hay heridas tiene que escocer esa sal (Monseñor Romero).
Una parte de la sociedad maltrata a la Iglesia de pa-labra u obra. ¡Le escuece lo que la Iglesia dice! Es signo de que la sociedad tiene heridas y se resiste a ser curada por el Evangelio.
Julián Escobar.

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